En referencia al tema "Cultura autómata: El Androide", donde se describe cómo el ser humano en su gradual rutina bajo sus máquinas, mecanismos e instrumentos, se somete a reglas y normas cerradas. Sistemas cerrados que gradualmente lo encierran en lo instrumental. En realidad, en su involución o procesos regresivos a su existencia, ya no se diferencia de las máquinas robóticas que construye, en realidad se hace inferior en la comparación sobre rapidez para toda operación de rutina, y es superado por su creación: el androide.

Pero ese desgraciado efecto de decadencia biológico-mental, da lugar a algo mucho más grave:

- Las mutaciones negativas.

Dentro del proceso natural de cambios, existen mutaciones naturales que contribuyen a la evolución y mutaciones destructivas que pueden acabar con una especie, esto tanto en lo referente al desarrollo individual como al colectivo.  Así mismo, estas mutaciones influyen tanto en lo referente a los cambios genéticos como a los cambios de infraestructura cultural.

La manipulación genética (en lo artificial), da lugar a una mutación circunstancial que en todos los casos exige intervenciones y previsiones artificiales, (causa, efecto, consecuencia) para dar lugar a similares generaciones posteriores, es decir son manipulaciones no adecuadas a la condición natural externa, por eso se necesitan, dentro de ese circuito cerrado de operación, la aplicación de energía y trabajo externo extra.

El hombre como especie cultural es ya en principio un mutante dependiente del complejo externo artificial, en continuo "desarrollo" que exige infraestructura, mucha energía, avances de fármacos y médicos. Creciente protección artificial en forma de máquinas camino a la cibernética y la técnica genética, todas ellas, una vez rotos los límites de tolerancia bio-fisiológicos van en contra de la dinámica natural equilibrada de supervivencia y evolución.

Esto de acuerdo a lo anterior, si lo vemos desde el punto de vista del análisis de sistemas:

• el planeta que es un sistema natural abierto, pasa a ser reemplazado por estructuras mecánico orgánicas denominadas ya hace mucho como metrópolis.
• Estas estructuras urbanas se "modernizan" imitando los organismos, forman enormes placentas muertas donde los ciudadanos se mueven dentro de un ritmo propio maquinal adecuado y adaptado a ese entorno de artificio muerto y a la larga de carácter regresivo y corruptor.
• La placenta artificial reemplaza a la natural (biosfera), pero su propia existencia como "placenta" depende de los recursos naturales y siempre dependerá de ellos.

Las mutaciones dan lugar finalmente a un grupo relativamente estable: los humanoides y los androides. Ya no son descendientes del proyecto Sapiens Sapiens. Todo androide vive y experimenta un mundo virtual cerrado como natural y lo natural como un peligro.

El mundo virtual del humano mutante, es el de los sueños maquinales, en todo lo que hace, artificios que reemplazan los de causa, relación y efecto existentes instante a instante en el mundo externo natural.

La vida tridimensional es una vivencia, los papeles son cosas vivas, los roles de representación maquinal, son existencias, el cuerpo vivo es un espectador de una realidad de sueños que exige mecanismos y existe estar dentro de los mecanismos. El ser supuestamente humano es tragado por sus mecanismos.

Es cuando el mundo externo natural es interpretado como salvaje y bestial. Por lo mismo será necesario destruirlo

El mutante sincroniza su vida paso a paso con el reloj mecánico, en su entorno delimitado primero mentalmente, después físicamente y finalmente se convierte en una aberración genética: El mutante o androide que pasea en su mundo de pulso digital.

- El surgimiento de la especie mecano-cultural.

Cualquier ser vivo, sobreprotegido o viviendo bajo condiciones de entorno artificial, va adecuando su existencia a este entorno y es "seleccionado" como esclavo para esa forma de vida moderna y de sueños, casi como un drogadicto.

No es extraño entonces que hoy, lo mismo que estos androides, hay una enorme cantidad de animales domésticos que ya no podrían sobrevivir en condiciones naturales. Lo que confirma que esa misma situación está ya definida sobre el ser humano "amamantado" para lo artificial hacia su mutación involutiva.

• una enorme cantidad de "disminuidos" por los males típicos de su adaptación (Asma, alergias, estrés, diabetes, falta de capacidad reproductiva, etc.) crece y convierte a lo vivo en seres maquinales.
• Se hacen dependientes de una enorme cantidad de productos artificiales; en forma medicinas, drogas, herramientas, instrumentos, energía exógena y especialmente una compleja infraestructura artificial que los hace minusvalidos.
• Los mecanismos se van incorporando al ser humano, el ser humano se hace hibrido físicamente y finalmente su condición de humano a medias se hace muy patente su ya mutación definitiva.

No solamente los animales del ser humano son domésticos, el ser humano se hace definitivamente un ser doméstico e impuro para la vida.

El ser humano sometido al circuito cerrado de su esclavitud:

• de trabajo,
• de burocracia,
• de tiempo mecánico, 
• de abuso o humillación bajo un crónico aparato de poder.
• Bajo la corrupción política, administrativa
• y hacinado en su mundo de artefactos de muerte y que dan muerte, se adapta a ellos y comete sus propias aberraciones, convertidas en rutinas inconscientes.
• El ser humano, vive y existe entonces como una especie mecano-cultural similar a la de los mitos del hombre vampiro, zombis, o los entes de un mundo subterráneo.
• El humano pierde gradualmente su perspectiva de sexo e identidad de origen reproductor.
• El término "sepulcros blanqueados" se hace muy adecuado para describir esta especie.
• El ser humano en este caso, va asesinado gradualmente su alma.
• El humano, se hará tan similar e identificado con las tumbas en las que vive diariamente (máquinas y sistemas cerrados) y como los buitres que esperan algún cadáver abandonado, no podrán entender el sentido ético de la vida y su perspectiva futura.

Tan ciega es, en este ente, su propia condición insuficiente, que defenderá "su cultura" de muerte y artificios por todos los medios. Hará guerras en defensa de la vida, pero lo que claramente defenderá es la cultura de la muerte. (Necrofilia)

Hablará en su otro defecto de macro filia, de sus grandes ideales de fantasía o de dogmas como:

• democracia,
• libertad,
• progreso,
• pero en realidad lo que ira defendiendo en su honorable lucha por la seguridad de su entrópica trasformación contra "el terrorismo" o los países del mal creados por su mismo sistema de interpretación, es su sueño por la monotonía maquinal
• y desde luego, querrá combatir con sus sistemas de autómatas al enemigo; EL NATURAL,
• construirá para ello una cultura de genocidio, de torturas, de muerte y de destrucción, justificada por su alterada visión de sentirse humano frente a los que verdaderamente son aún humanos y naturales.

- La adaptación a los artificios.

La cultura de lo artificial, se había impuesto prácticamente por todo el mundo. y fueron muchos los lugares habitados que fueron víctimas de sus resultados. Ya no se comía lo natural, sino lo alterado;

• pollos y alimentos con alto grado de hormonas, que hacían que el ser humano se comportara de una manera muy extraña y aberrante,
• vacas locas y carnes envenenadas que dejan muchas víctimas,
• peces con alta carga de venenos; 
• radioactividad en el alimento, en la vivienda en el trabajo en la actividad diaria de los esclavos humanos.
• Aditamentos de conserva, prácticamente en todos los alimentos, lo que convirtieron a este humanoide en un depósito de medicamentos y venenos.

Se hicieron urgentes las necesidades de mejores medicinas, drogas y medios de curación, el circulo vicioso de las enfermedades originados por un sistema social enfermo, se transmitía de generación en generación.

Trasplantes, adaptaciones mecánicas, ingeniería genética, experimentos y un cargado medio ambiente ya poco natural más bien magnético, eléctrico y de energía de baja calidad irían convirtiendo al ser humano de cultura natural a un ser humano de cultura definitivamente artificial.

Ese ser humano amante de la muerte, gradualmente va incorporando también en su cuerpo y en su modo de vivir lo artificial, hasta que ese supuesto humano se convierta en Mutante.

Otros grupos de seres humanos, alterados por las mutaciones negativas, llegarían a ser propiamente mutantes. Mutantes enemigos de la verdadera especie humana. Esa estúpida especie humana que se había esclavizado a sus instrumentos o esa otra que se creía creadora de máquinas milagrosas; y había quedado encerrada en la trampa de sus terribles creaciones. Todo gracias a la codicia de las cosas y no la del respeto a la evolución de la vida y su potencial infinito.

El ser humano, no solamente se adaptaría a sus artificios. El ser humano se hizo dependiente de sus artificios y posteriormente esclavo definitivo de todos aquellos mecanismos. Dueños y esclavos del sistema de explotación económica pasarían a ser esclavos verdaderos de un mundo instrumental en el cual vivían drogados en forma constante y degenerada en su círculo vicioso.

La naturaleza, bajo el absurdo sentido de lo artificial de esos entes enfermos, intentaban reemplazaban a la humanidad natural. Esa especie natural paso a ser enemiga de sus designios. Esos entes fueron asesinando la vida y con ello, la naturaleza que evoluciona la vida.

Los artificios mutantes se encargaron de todo. Incluso del entierro de los últimos seres vivos que poblaron la Tierra.

- Diversidad determinista y mecánica.

Al creer que, desarrollando mejores medidas en torno a la precisión, la rapidez y la exactitud de los mecanismos, se mejoraría la existencia tanto del ser humano como la de otros seres vivos, si al principio estaba bien, en su saturación se extendió un error destructor de la tolerancia natural, lo que se convirtió en otro tipo de cáncer gracias a su catalizador; la economía. La naturaleza, habían pasado a convertirse en una serie de parámetros físico matemáticos de control, una caja negra de estupidez científica.

Con la revolución industrial, la naturaleza en su condición geofísica y biofísica paso a integrarse a una especie de paradigma maquinal. Se entendía o se suponía que el sentido común del intelecto humano, por lo menos, el sentido común de la "civilización", estaba por encima de la cosmología de lo salvaje, lo primitivo, lo simple o lo incivilizado. Ya que la civilización era el control mecánico de las cosas y de la vida.

Esto dio inicio al orden hacia el futuro, aquel que daría lugar al planeta de los androides.

El planeta de Androides, mutantes y bestias, tan pronto como este se haya conformado, se verá obligado a mantener una cierta diversidad para sus fines. Sus fines, sin embargo, no son los fines de la vida establecida por la biosfera o el plan cosmológico de existencia para nuestro planeta; Los fines de estas nuevas "especies" son los fines combinados de los mecanismos y los restos de lo vivo que actúan en forma subyacente y en forma más primitiva y retrograda.

Lo celular u orgánico pasa a ser apenas el complemento de las maquinas o de los mutantes en función de las maquinas.

Las bestias que existen, son las bestias entrenadas y usadas para la guerra de exterminio contra los pocos humanos que aún podrían quedar en el planeta.

- Sociedad de mutantes.

Desde luego una sociedad de mutantes, es una sociedad de semihumanos o de máquinas zombis con cubiertas celulares. Se trata de formas híbridas de existencia, que por influencia de los mecanismos y las mutaciones negativas da lugar a una forma "social" de existencia androide.

El ser humano había cometido tales errores con su medio ambiente natural, ya que este fue alterado para siempre, el aire, el agua, la tierra contaminadas, así como las formas de energía de muy bajo valor, se hicieron ambiente favorable para todas las anormalidades.

El ser humano se convirtió en un zombi, pero su futuro de existencia ya no fue garantizado por la naturaleza y la percepción de lo que significa la vida.

El mutante pudo existir, hasta el día en que se agotaron los restos de la vida desintegrada por las aberraciones. Esa vida que un día se habían iniciado con la civilización de las máquinas como milagros del "ser humano" y que había llegado a su fin real al ser definitivamente reemplazada por los artificios.