La pregunta fundamental de toda investigación, esta resumida a la utilidad inmediata y a futuro que ésta pueda tener en nuestro consenso de desarrollo y evolución humana sin distinción étnica, nacional o regional alguna.

El valor real e intrínseco de una investigación no puede estar basado en méritos alcanzados públicamente o en la ganancia económica obtenida por ella, sino en sus resultados y efectos reales sobre los individuos y sus estructuras sociales.

Existe, por lo mismo, desde el presente punto de vista, un asunto prioritario; la alarmante situación de crisis y la conducta humana en referencia al medio ambiente natural global, el uso de los recursos necesarios para un proceso biológico social sostenible y el reparto equitativo de los mismos entre los seres humanos junto al resto de la diversidad biológico-ecológica, que conforma nuestra biosfera planetaria.

La tecnología industrialista, pero principalmente la economía global de competencia y especulación (economía de mercado) fue y es una maquina sin freno, ni control. Su causalidad motivadora de diferencias, que de pauperiza  y polariza debe ser analizada, y si es posible neutralizada o anulada a tiempo.

Las tecnologías más avanzada de hoy: informática, cibernética, genética-técnica entre otras, deben de ser vistas con otra perspectiva. No es la perspectiva "pragmática" la adecuada.

La "sociedad de la información" o mejor aún, la sociedad del conocimiento puede volver a integrar lo fragmentado hasta hoy.  El fenómeno cognitivo, con los grados de "estados de conciencia" en constante desarrollo sobre las complejas relaciones de la vida, es un proceso fundamental y debe obtener la máxima prioridad hacía el objetivo de renovación social e infraestructural.

Por ello se hace necesario realizar un estudio integrado e interdisciplinario que además de profundizar en una especialidad, vea las funciones de elementos relevantes de la ciencia como conjunto. Vea así mismo, las claves significativas respecto a la totalidad en los sistemas de vida y entorno. Esto, con las leyes naturales vistas como interpretaciones mentales siempre mejoradas e intergradas, en el marco de causalidad, relación y efecto.

Como todo trabajo doctoral interdisciplinario, el presente, tuvo que atravesar las dificultades propias, tanto por el origen, como por su amplitud y su carácter, por ello, fue y es significativa la contribución de la administración central de la Universidad de Gotemburgo, que hizo factible la supervivencia económica del autor, durante gran parte del trabajo de ésta investigación, la del fondo Adleberska que contribuyo con los gastos de viaje y estadía para el corto estudio de regiones ecológico sociales, la activa dedicación de la encargada del tercer ciclo, de la Facultad de humanidades: Dr. Elisabet Engdahl y la de mi tutor Dr. Freddy Castro, de la Facultad de ciencias sociales. Especial combinación de factores, que dio lugar al espacio práctico y humano necesario para realizar el trabajo con éxito.

Universidad de Gotemburgo| Gotemburgo, Suecia. 2005  | (Edición: Gbg, junio 2017)