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Poesía Crítica. |
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Vacas Locas (2)
Al hombre de larga nariz y mirada conspicua de zorra o de empresario sin tapujos, lo habían titulado; artista de las proteínas, porque de los restos de todo cadáver, y su afán productivo de dinero; hizo "milagrosos alimentos".
Las fabricas de "proteínas", se multiplicaron, como hongos venenosos, por el industrial occidente, su mercadería se hizo global y su propaganda, al igual que Coca Cola convenció a muchos inocentes y también a todos los otros que por un buen precio de bien y apreciado cadáver dio lugar al sueño de grandes ganancias, se dedicaron sin dudas bajo todas estas porquerías.
No fueron tan solo las honradas vacas, que se hicieron dedicadas caníbales o buitres de cuatro patas, sino, una muy larga lista de animales domésticos, que aun hoy puede ambular en los jardines humanos sin saber que es lo que hacen ni descubrir su terrible destino.
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