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Poesía Crítica. |
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Tiempos diabólicos.
Quienquiera que lea, escuche o vea con sentido común, quizá por simple instinto el entorno contaminado, múltiple, saturado, mórbido y oscuro del mundo de hoy, sentirá cerca, muy de cerca, un siniestro tumulto como de engendros asentados, acomodados en nuestros muy cercanos suelos, venidos desde el infierno.
Algunos, no muchos, muy pocos, Quizá puedan comprenderán alguna día, que occidente y su política, fue el intento más exitoso del averno para destruir todo intento de humanidad verdadera.
Se salvaran algunos. Quizá ninguno. Pero nadie negara entonces, y después de aquello, que hubo una vez un Occidente y un tercer mundo. ----------- (2)
Se sentó Satanás 46209X, En la mesa de los gobernantes. Era él, un hombre atractivo en su disfraz diabólico. Su magnetismo, su numero personal, y su millón de tarjetas de crédito, atraían a cualquiera. Se sentó, como cuentan los historiadores; y tomo la palabra; Hablo de ayuda; Hablo de fabricas; Hablo del desarrollo; Hablo de prestamos y democracia. Quería minerales estratégicos para la industria de guerra. Quería el mejor algodón, para vestir a sus acólitos.
Quería, Aquel diabólico energúmeno Los mejores recursos básicos Para alimentar en lujo a su rico mundo de seguidores.
Así después de una larga lista de cosas y asuntos diversos, se firmaron los acuerdos.
No hace mucho, 46209X fue ascendido Al cargo de presidente de un país muy conocido. ------------------ (3)
Cuando Belcebú II, echo su primer vuelo Sobre Inglaterra, Le gustaron mucho aquellas islas oscuras.
Belcebú II, No pidió autorización al mando superior del mundo de las diabluras, simplemente quería darles sorpresa. Volvió muchas veces por esos contornos. Descubrió, para su desconcierto Que muchos de sus competidores Habían dejado marcados rastros de sus escapadas; El mercado de esclavos, El genocidio, El mercado del opio y otras piraterías de averno.
Pensó darle entonces a esta isla Una mejor estrategia Diabólicamente acertada y dio lugar a la revolución industrial.
Cuando la revolución industrial empezó a dar sus frutos, Mal, ¿qué digo? Empezó a envenenar la vida de los hombres, las bestias, las tierras y el mundo, y la compraventa se hizo compulsiva, hasta terminar en guerras mundiales; Belcebú II había alcanzado la fama galáctica de los grandes infiernos; Es decir la condecoración más alta Que un Satanás puede alcanzar.
Se dijo entonces, para recordar aquello, Que nunca antes Con recursos tan sencillos e inocentes Un infernal asociado Había logrado embaucar con tanto éxito una humanidad normalmente desconfiada, ya entregada a dedicar su cuerpo y alma al Dios Mamón y sus contrastes.
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Aquel cantar como un lamento, como una luz que habría los ojos y el compartir del perseguido y del oprimido. Aquel cantar, reunía el odio de los envilecidos por el dinero canalla.
Aquel cantar y la voz De verdades verdaderas Unía, Emancipaba, daba razón a los buenos y se esparcía como semillas en la tierra fértil inocente.
Aquel cantar debía morir, ser aplastado, asesinado. Y a quien llevaba su voz Y a quien tocaba su guitarra, Se le cortaron las manos. Aquel cantar fue acallado a balazos.
Aquella voz, Aquel cantar, Ahora esta libre Corre en la brisa, Nace en la tierra, vuela en la selva, llueve en el páramo y da sol a las nuevas generaciones.
Aquel cantar No lo pudo matar ni el diablo Ni sus acólitos los sátrapas occidentales.
------------------------------------- (Actualizado 1/10/2007) |