Eran un desastre en sus tiros al blanco,

aquellos  "blancos" vaqueros

venidos desde la medianoche.

En su raza

esa de pigmento bilioso,

amarillento.

Blancos se intitularon

blancos no eran,

ni siquiera en los calzones.

Blancos dijeron ser

Para iniciar la mas cruel trata de esclavos.

Blancos dijeron ser

para convertir la ocupación

en el más pérfido colonizaje.

Blancos se pintaron

para imponer por el mundo

La gran farsa

de una superioridad cómica

y de tragedias,

en su etnicidad convertida o pervertida,

más bien y muy bien

en la marca de la bestia,

hecha crónica a la conducta

mas estúpida y primitiva.

Los blancos, dijeron ser blancos,

en sus intentos de privilegio

y sus prebendas por el mundo.

Y en nuestra historia mas reciente,

con los blancos,

la sangre de muchos inocentes

corrió a raudales

y los asesinatos se civilizaron.

Finalmente,

los blancos se hicieron blancos,

en su temor al enemigo,

blancos de verdad y ya no de mentira,

blancos, como las sabanas mortales,

blancos, como los cementerios,

escondidos en túneles

y obscuros pasajes de ratas

se tornaron muy pálidos,

se hicieron blancos el alba,

genéticos, y biológicos.

Se quedaron entonces y para siempre

aquellos blancos,

en lugares de oscuridad mortal,

tenebrosos,  lugares malolientes

escondidos en socavones de otro mundo.