¿Acaso derecho alguno

tener podría

nuestro país acomplejado

y en crónico subdesarrollo?

Nos pusieron dentro,

o peor aun, debajo del limite

de quien pide, ruega,

se humilla,

y se prostituye sin objeciones.

Nos miraron de arriba abajo,

para calcular

el precio de nuestras conciencias.

Y después de firmada nuestra sentencia,

llamaron a todo aquello,

"la contribución generosa"

del mundo libre,

al desarrollo del tercer mundo.

Desde aquellos

y todos los otros momentos,

con las deudas acumuladas

y con el infierno

de dudas, miseria y corrupción,

siento un terrible dolor sobre mi consciencia,

en el interior del alma y hasta a flor de piel,

es digeriri el sabor amargo y cruel

de perfidias,

y engaños históricos,

aquellos

que me quitaron las ganas

y el derecho