Siempre volvemos al DO, (*)

como el obligatorio apretador de costillas,

el acreedor de formularios

y el tubo flexible que se tuerce al lado oficial que corresponde,

para siempre dar razón

al reinado de apartheid no reconocido.

El DO del "I Don´t remember",

el DO de dolores de cabeza

y el de Docenas de mentiras.

Y más aún,

el DO de la hipocresía política.

con un DO de macabro engaño

a la cabeza,

se dio lugar aquel ministerio que vendió

a los inocentes egipcios

o aquel otro,

para encarcelar, con saña,

inmigrantes de miseria.

Ese DO de defensa de lo sueco,

ese DO, del don de golpear con palo

para evitar igualdad de trato

en esta sociedad sueca del DO engaño.

Ese DO de embudo continuo,

tendrá que ser exportado

por el tercer mundo,

para ser aplicado a los suecos,

sin discriminación alguna.

 (*) DO = Ombudsmannen mot etnisk diskriminering

(*) DO = Representante del gobierno "contra la discriminación"