Poesía Crítica

Un amor de siempre

 

 
Sí alguna vez pude sentir,

vibrar la vida en las mañanas,

existir con la inocencia

y la  intensidad agreste,

de aquellos jardines de libertad,

y aquellos arroyos de fertilidad.

 

Si pude vivir, con la mente, la emoción y el cuerpo.

Fue desde aquel momento del día,

junto al ligero sonido de tus pasos

y la infinita dulzura de tu sonrisa;

Amanda, de la luz  del universo venida.

 

Sí ayer tuve un motivo, una causa, un sentido en la vida,

estabas tu allí,

añorando la libertad de los tuyos

y también, junto aquel otro sueño,

aquel imposible, del día

de la liberación real de la humanidad entera.

 

Amanda, mujer de luz sencilla

Compañera de ternuras

Y de diáfana solidaridad humana.

Aquel definitivo atardecer,  del 11 de septiembre,

ya no fue la vida una gran aventura,

se hizo vacía, cruenta, como la pérfida injusticia.

No volviste mas a nuestro nido

de pequeño techo y de emociones infinitas.

-----------

(Santiago, 11 de septiembre de 1973)

------------

- Al índice: | Pagina principal: |