Violencia en Bolivia y las manos de Occidente.
   

Bolivia, violencia étnica  y sedición provocada desde afuera.

 

La "violencia desbordada" y al "creciente número de víctimas" en Bolivia es planificada de acuerdo a los métodos de desestabilización y preparación de golpes de Estado.  Proceso activados por los servicios de “inteligencia” de USA y occidente. Esto claramente, con el objeto de someter, no únicamente a Bolivia sino América Latina al yugo de la dependencia y saqueo similar al que se aplica sobre África.

Para este proceso desestabilizador, no son suficientes los agentes especializados escondidos allí en forma de voluntarios, representantes cívicos o religiosos, responsables de ayudas internacionales, personal de grandes dueños de tierras o de grandes empresas en manos privadas, así como gamberros que han logrado ser elegidos gracias a sus manipulaciones regionalistas. Estos agentes enemigos de la independencia de nuestros países, necesitan de disponer de delincuentes y marionetas culturales en Bolivia, gente cuyos traumas y complejos sicológicos o de raza son crónicos. Esta gente enferma, esta motivada por un odio visceral, aquel necesario para catapultar  activos insurgentes en el proceso sedicioso y violento. Esta situación es una peligrosa escalada político-militar de títeres o macacos dirigidos que pretende derrocar al gobierno indígena popular. 

 

Esta experiencia en América Latina, no es nueva, ha sido aplicada los últimos doscientos años, cada vez con mejores “técnicas y habilidad” por los intereses de USA y sus aliados; el genocidio de USA y occidente, es un crimen continuo. Es un trabajo constante de infiltración, creador de golpes militares y de estados marioneta, conformados por material humano traumatizado o delincuente.

La anatomía de los propósitos criminales de Occidente, ha sido estudiada en profundidad por investigadores independientes estas últimas décadas y vemos que esa cultura de abuso de “primer mundo” continuara perfeccionada.  Al mismo tiempo y sin embargo, ese occidente propulsor de violencia estructurada tiene en su propio patio una acelerada corrupción, la de sus actores influyentes y la de sus niveles estructurados, donde sus aborregados no solo prostituyen pueblos, sino se prostituyen así mismos en un sistema jerárquico económico paranoico y destructivo.  

Para sostener su edificación pesada y averiada, occidente  invierte grandes cantidades de dólares y euros en la compra de cualquier nación latinoamericana por estar en la búsqueda desesperada de recursos y de traidores nacionales o mercenarios a cambio de ofertar granjerías muy apropiadas a las de Judas.

Como mercenarios militares hay en Bolivia y en la actualidad cerca de 2500 personajes armados, estos son en su mayoría de los siguientes grupos étnicos: anglosajones, croatas, judíos, belgas, suecos, franceses, españoles así como ciertos personajes de origen cubano provenientes de Miami y Florida.

La descarada acción de coordinación de consulados y embajadas de USA  así como la de ciertos países europeos, ha sido observada y tolerada por el gobierno boliviano y los gobiernos sudamericanos con una paciencia que deja de tener sentido o razón de ser, frente a la amenaza real en contra de este continente .

Al mismo tiempo la prensa y los medios de comunicación controlados también por los intereses foráneos (extranjeros o nacionales) envenenan hora tras hora la mentalidad de la enorme cantidad de apoltronados, aborregados y maleantes; productos originados por los sistemas gubernamentales anteriores. Es decir esa gente que anteriormente vivía de la corrupción  en torno al dólar, la burocracia y las coimas venidas de afuera, actúan como palanca de apoyo a la sedición. Esos personajes, que con frecuencia afirman ser de la clase media, sueñan con la vuelta del “rico extranjero” que los convirtió en parásitos de segunda clase.

La despreciable actitud de los “llamados prefectos de la media luna” fue y es criminal por el hecho de ser ellos responsables de la organización de tropas privadas, las que maltratan y asesinan gente de pueblo. Estos son crímenes graves y de ellos son responsables tanto estos prefectos marionetas como sus tutores occidentales.

Los descubiertos sicarios subalternos de origen brasilero y peruano, son apenas una mínima parte visible del aparato foráneo y escondido que hoy desestabiliza Bolivia. 

 

 

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