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- Entorno
ecológico y su proyección.
Una sociedad social ecológica permite y motiva a los seres de
su entorno social que actúen como
deseen dentro del marco natural de su comportamiento
conciente. Es la actitud de conciencia y de
conocimiento individual sobre el entorno y su
realidad integral la que define y permite una conducta
dinámica armónica entre el individuo, su entorno social
y su entorno físico biosférico.
En las civilizaciones no industriales, existen o han
existido practicas y razonamientos instintivos y
gradualmente conscientes, respecto a la calidad del
medio ambiente, el mantenimiento de su condición
original o natural y a la necesidad de un cierto grado
de cuidado del entorno natural. Esto para evitar, los
riesgos inmediatos o posteriores de perder
definitivamente los bienes naturales y proporcionales
obtenidos bajo perspectivas biohistóricas de espacio y
tiempo específicos y/o para evitar las catástrofes que
estas condiciones podrían originar. Este sentido común o
consciencia de la realidad dinámica del entorno, se
habían desarrollado en el ser humano, como algo
inherente y algo armónico a sus relaciones con la
naturaleza.
La civilización de hoy con su primer mundo, es una
sociedad del riesgo, en este caso una nueva etapa
histórica que es la consecuencia de la sociedad
industrial acumulada, la cual estuvo en su inicio
concentrada en su lógica de producción y reparto, y
donde le ser humano aun no estaba consciente de los
riesgos. Hoy, los riesgos no pueden ser imputados al
medio o a las condiciones externas, su origen es
producto de la naturaleza económica, tecnológica y
tendiente a la globalización de esas acciones humanas.
Por ello se habla de que:
"El reverso de la naturaleza socializada es la
socialización de la destrucción de la naturaleza".
Los riesgos, con su dinámica propia, pasan a ser
activos en el sistema autopoyético de la sociedad
moderna, se extienden en todo el conjunto, se hacen de
carácter autonómico y referencial. En este caso, al
comparar el reparto de riesgos, en la sociedad
industrial, siguen estos, el principio de "Las
riquezas se acumulan arriba, los riesgos abajo". Pero
la seguridad, se puede comprar solamente hasta el
momento de la saturación del medio con el riesgo.
Bajo las nuevas formas de información artificial y
conocimiento muy especializado, reemplazando las
relaciones de información cercanas al carácter natural,
se ha dado lugar también, tanto a la crisis del trabajo
humano como a la del proceso cognitivo individual en esa
sociedad ya traumatizada.
Naturalmente, que todo se mantiene y esta
dirigido únicamente a salvaguardar al sistema económico
como dominio del "sistema civilizado" en su conjunto
global impositivo y por ello, en su compulsión
económica, ignora y no puede neutralizar las
consecuencia sobre la supervivencia de los sistemas
sociales bajo el marco del riesgo ya global. Desde luego
que la referencia de riesgo de la magnitud de ésta,
además de reflexiva, debe ser emergente y
trascendental, y debe estar en relación con nuestra
forma de vivir, de pensar y a actuar. Es en la actitud
del ser humano junto a la dinámica ecológica de nuestro
entorno natural, que se encuentra la solución
correcta.
Por esto se debe plantear una teoría y una base de
acción, que además de observar y reflexionar sobre los
riesgos globales, deba incluir el sentido y la
perspectiva dedicada sobre lo que se entiende por
validez ecológica. Esto es, se tiene que hacer
factible evaluar la función de un sistema natural por su
valor ecológico puro, y donde el riesgo
artificialmente producido es o se hace prácticamente
nulo.
El término validez ecológica en este caso, busca
aproximarse a la condición natural primaria, sin
alteraciones artificiales, como una especie de primer
valor de carácter ecológico. Se podría definir con una
mayor aproximación, cuando y sí, con este valor
afirmamos que, el valor ecológico original
(bruto) de nuestro entorno es aquel que existía en la
naturaleza, antes de que los sistemas artificiales del
ser humano, colonizaran, dañaran e intervinieran en la
dinámica de la naturaleza.
Del mismo modo, bajo la perspectiva cognitiva, cuando
el ser humano hace consciencia de todos los riesgos y
efectos secundarios de su conducta artificial, y es
capaz de neutralizar o desarmar estos efectos casi por
completo, este ser humano ha logrado, una especie de
valor ecológico neto. Allí el entorno natural
gracias al actuar conscientemente ecológico, vuelve a
ser la fuente renovada de las condiciones y perspectivas
de existencia biodiversa, evolutiva y homeostática.
Fig. Todo intento por lograr un desarrollo integral
sostenible, depende de la evaluación correcta de nuestra
condición ecológica inicial, (bruta) en comparación a
todas las alteraciones producidas por la "sociedad del
riesgo". Así desde allí, se puede proyectar una sociedad
en busca de un valor ecológico neto.
-
Planes y acciones social ecológicas.
Estos elementos de
comparación, arriba mencionados y dentro de lo que se
debe comprender como validez ecológica; son medio
operativo en la conformación de sociedades ecológicas y
necesitan sin de una expresión final de evaluación
ecológica; aquella que hace posible el próximo salto
evolutivo del ser humano.
A este tipo de nivel ecológico
posterior lo vamos a denominar como valor ecológico
trascendental. Este valor, es la expresión máxima de
un posible salto biohistórico y evolutivo de una especie
hacia un nuevo nivel de manifestación existencial, donde
la facultad cognitiva y las de evolución, desarrollan,
se proyectan hacia el futuro, de modo tal que además de
ser reflexivas, logran, comprender, trascender y se
hacen emergentes en un nuevo mundo conceptual, una nueva
realidad con dimensiones individuales y sociales más
amplias en su negentropía.
En la perspectiva histórica, el drama humano,
iniciado por el crecimiento cuantitativo y/o acumulativo
de carácter económico, primero lentamente con las
sociedades agrícolas antes de Cristo, luego
aceleradamente a partir de la denominada revolución
industrial, tiene marcados antecedentes influidos por un
violento sacudón psicológico e ideológico más que
somático, inicialmente de carácter religioso. Sacudón
que con su fuerza doctrinaria, y como una especie de
medicina demasiado fuerte para su tiempo, deja profundas
huellas, pero poco cercanas, o equivocadas
interpretaciones de su contenido y de sus intenciones.
Bajo la razón de ese terremoto ideológico, no en vano,
se conserva con empeño nuestra era, en su condición de
ser contada y festejada anualmente, a partir de la
posible fecha del nacimiento de Cristo.
Y es desde luego a partir de una interpretación
políticamente oportuna de la doctrina cristiana que se
produce la mitificación y mistificación del reloj, como
el de las maquinas que hacen de todo, dando como
resultado el sometimiento del trabajo humano.
Son los "milagros" de las maquinas los que enriquecen
a ciertos seres humanos y es la riqueza aplicada como
recurso del poder, la que utiliza el conocimiento humano
asalariado para mejorar las maquinas. Es dentro de este
orden más dogmático, injusto e ilógico que el anterior,
de origen religioso, que se hace factible aceptar una
realidad tan prefabricada y poco natural como la actual
de dominio del mundo moderno. El "realismo" económico,
tecnológico, normativo y político se impuso, de esta
forma al servicio de un enorme sistema artificial, cada
vez más difícil de ser sostenido. Así se hizo imposible
entender cosas tan simples como el hecho de que la
acumulación que hacia del rico, rico, era la causa
inevitable y el producto de la depauperación que hacia
del pobre, pobre.
Menos factible se hizo el hecho de que el crecimiento
de un sistema artificial, inevitablemente ocuparía y en
su ocupación destruiría, tanto los espacios geográficos
naturales, como los de la existencia dinámica del
sistema natural en su valor ecológico original.
Y aún peor, el no poder entender que una denominada
sociedad del riesgo, no es simplemente una sociedad que
ha llegado, o se acerca inevitablemente a su nivel de
saturación global, sino que el riesgo pesa y actúa ya,
con sus efectos primarios y secundarios. (25)
Cualquiera sea el propósito de un actuar reflexivo,
este actuar no se puede detener a estudiar los mismos
riesgos, en una atmósfera de trabajo dedicada a
disminuir los riesgos que de por sí, pertenecen a un
sistema autónomo y referencial donde son originados. El
sistema aquel los seguirá creando, los acumulara, los
perfeccionara hasta el día final de la ruptura, del
propio colapso del sistema saturado.
Se debe entender que las dos leyes físicas de la
termodinámica, son aplicables a todo cuanto se refiera
materia y energía en uso, y por ello, el producto
terminado, el material o el recurso acaparado o
acumulado o trabajado en un lugar específico, arrancado
desde un sector espacial o geográfico diferente y
trasladado, da lugar a una polarización de alto grado de
entropía en su inútil proceso sobrecargado: de allí un
lugar es de acumulación y el otro llega a su inevitable
depauperación (primera ley termodinámica). Y el
acaparar, acumular y producir cosas muertas,
artificialmente, da como producto, un aumento de la
entropía en forma directa y proporcional (segunda ley
termodinámica). Esto explica con simpleza, lo absurdo de
la riqueza frente a la pobreza.
Una amplia interpretación de estas dos leyes físicas,
confirma, que la riqueza natural de nuestro planeta era
bastante constante (relación geofísica y biofísica).
Toda alteración originada por artilugios externos a esa
relación, originará siempre desequilibrios inmediatos o
posteriores. Es decir el riesgo originado por el
catalizador económico y/o la manipulación técnica,
acumulará y provocara diferentes niveles de ruptura
sobre la totalidad del mundo natural como recurso vivo.
Y esta nueva condición tiene diferentes grados de
contaminación, la cual da lugar a nuevos riesgos, en una
cadena sin fin hasta nuevos puntos de ruptura y así
sucesivamente.
El sistema artificial va reemplazado el sistema
natural, el ser vivo que vive en este sistema, se
va adaptando a condiciones diferentes a las que
existieron bajo un sistema ecológico de valor original.
Se va formando una cultura no solamente de
comportamiento, sino de características biológicas
diferentes: Una cultura de cultivo artificial, bajo una
atmósfera cognitiva reducida a la especialidad, a la
rutina, a la norma y cada vez más contaminada por lo
instrumental. Allí, en esa atmósfera social e
infraestructural, cada individuo es objeto de
transformación, desde un posible y potencial desarrollo
del libre albedrío a un albedrío estructurado
y predeterminado.
-
Una estructura social ecológica en
función.
Un marco de referencia fundamental para explicar el
proceso de la evolución humana, es lo que denominamos
como estados de conciencia: proceso que
identifica la condición cognitiva humana dentro de su
expresión más determinante. Mediante nuestros estados
conscientes y bajo las condiciones naturales del
desarrollo cognitivo, los individuos conforman,
interpretan y representan la realidad por ellos vivida.
Realidad vivida, cuyas interpretaciones dan lugar a
nuestras representaciones mentales, nuestras teorías,
nuestras aplicaciones y nuestros diferentes niveles de
posible libre albedrío.
Nuestra manifestación consciente refleja la realidad,
instante a instante vivida, pero también la realidad
acumulada en todos los estratos de nuestra memoria. De
allí que nuestro desarrollo cognitivo y nuestra
conducta, es producto y resultado de la forma de cómo
somos entrenados, educados y adaptados a un entorno
especifico: Nuestro mundo conceptual, emocional y
somático, dependen de nuestra relación con, y nuestras
vivencias en un mundo natural y un mundo cultural sea
que éste haya sido conformado en forma determinista y
bastante cerrado (artificial) o que esté libre y abierto
a todas las experiencias y acontecimientos de carácter
cosmológico/caótico. (natural)
Ya que es mediante nuestra capacidad cognitiva que
pensamos, planeamos, decidimos, creamos y producimos en
los marcos de nuestra existencia diaria, esa capacidad
tiene que haber sido lo suficientemente exitosa en sus
interpretaciones y sus representaciones, en sus teorías
como en sus aplicaciones, para poder de ese modo y con
éxito, satisfacer necesidades biológicas o instintivas,
además de, las emocionales, sociales, culturales e
intelectuales, dentro de los parámetros a largo plazo de
lo que podríamos denominar como las
estrategias de supervivencia natural de
nuestra especie.
La sociedad industrial, en muchos aspectos fue y es
un retroceso en la forma de interpretar, aplicar y
utilizar el trabajo humano, la información y los
procesos cognitivos. Un retorno primitivo y reductor al
uso, en forma masiva, de la actividad del ser humano
como una más de las herramientas mecánicas o repetitivas
necesarias para la producción rígida, monótona,
estandarizada, cuantitativa y de serie. Problema que se
ha ido acentuando en las sociedades de alta tecnología.
La automatización, la reducción de personal y la
racionalización de costos esta dando lugar a una enorme
residual de "seres inútiles" para el modo productivo de
esa alta tecnología de los países desarrollados. Este
modo de producción tiene dos graves consecuencias:
- Acelera la entropía en los lugares donde se
establece (Es insostenible)
- Crea una reducida elite de expertos, que en su
extrema especialización, son leales a los designios
que su centro de trabajo impone y por ello están
divorciados de las consecuencias sociales que esta
polarización origina.
De acuerdo al proceso natural de vida; la
biodiversidad, había dado lugar a la diversidad
cultural, ya que cada cultura particular se fue
conformando como un resultado de la interacción entre la
naturaleza y la interpretación cognitiva adecuada a las
particularidades del lugar ecológico cultural donde se
desarrollaron.
En aquel hábitat o región ecológico cultural donde la
interfaz naturaleza - ser humano se hizo
sostenible, habían surgido, formas culturales de
producción sostenible adecuadas a la región; técnicas,
construcción de viviendas e intercambio de productos se
mantenían dentro de los márgenes homeostáticos de la
naturaleza.
Las culturas no sostenibles anteriores a la
civilización dominante de hoy, no tuvieron una larga
historia, todas ellas al destruir su propio entorno
ecológico o hábitat, o se vieron obligadas a invadir, o
trasladarse a otros territorios, originando conflictos,
problemas y destrucción en la nueva región ecológica
tomada, o desaparecieron como conformación humana
cultural.
Al desear hacer aplicable un sistema social ecológico
neto se observa lo que se entiende por "desarrollo
integral" como alternativa real al desarrollo sostenible
del primer mundo. Esta perspectiva de desarrollo
integral se basa en principio, en un conjunto de
premisas, explicadas originalmente por Maslow en su
"pirámide de las necesidades".
A diferencia de Maslow, las necesidades humanas son
explicadas en este trabajo en proporciones y objetivos
diferentes.
Las necesidades básicas o físicas del ser humano son
en realidad muy reducidas en comparación a las
exigencias de nuestra infraestructura técnica o
económica actual, y desde luego, desde el punto de vista
de los recursos de la Tierra; no es mucho lo que cada
ser humano necesita para lograr su plenitud física,
natural y humana. (No económica) ya que;
No se necesitan mas de 2500 a 5000 kilo calorías de
energía por día, para satisfacer a cada ser humano,
esto, visto desde la premisa de su desarrollo pleno y
efectivo.
Tampoco es muy grande la necesidad de protección o de
seguridad que cada ser humano necesita en su entorno:
vivienda sana y decente con espacio natural, medicina y
educación, sí estas necesidades, están proyectadas y
aplicadas en sus finalidades ecológicas. Por ello la
pirámide de Maslow esta invertida, y en este caso:
- la parte menor de ella corresponde a la
satisfacción de nuestras necesidades físicas,
- la satisfacción de nuestras necesidades
emocionales son mayores, y
- nuestras necesidades psicológicas y sociales son
aún mas amplias.
- Desde luego nuestras necesidades cognitivas;
reflexivas, creativas, innovativas y trascendentales
son las más amplias, ellas pueden continuar, crecer,
desarrollar y hacerse plenas, no solamente como un
aspecto de la vivencia individual sino para
disminuir la no sostenibilidad del entorno
artificial y acrecentar la negentropía gracias a la
acción de un sistema social diferente:
Esta pirámide o triángulo invertido puede ser
reemplazado bajo un simbolismo más claro mediante el "árbol
del desarrollo integral". Con esta representación se
desea explicar tanto la dependencia inevitable del ser
humano a los recursos naturales y potenciales del
planeta, (La raíz de la vida) como el proceso de
desarrollo gradual tanto ontogenético como filogenético,
buscando adquirir todas las cualidades definidas como
humanas en su plenitud y desarrollo social y cognitivo.
Esta es una alternativa natural de desarrollo, en la
conformación equilibrada del desarrollo de cada
individuo en una sociedad "de desarrollo ecológico". En
esa formación social el desarrollo físico en su plenitud
esperada es solo una pequeña primera etapa, se completa
con las otras nuevas, sin limites; las de plenitud psicológica,
social y cognitiva, para lograr el conocimiento integral
como etapa prioritaria, no por su posible valor económico,
sino por su enorme valor de supervivencia y evolución.
Por otra parte, Lo que nos falta por aplicar, es como
neutralizar las consecuencias negativas de nuestra
instrumentación creciente, y cómo cambiar
nuestra forma de pensar hacía una forma de existencia
dinámica no cargada de "peso muerto". De modo
de establecer niveles de tolerancia óptimos, en la
relación armónica del desarrollo del entorno y nuestro
desarrollo individual. Esos aspectos del desarrollo son una especie
de certificado evolutivo de nuestra especie, para
ver la habilidad humana ya no como fabricante de
herramientas sino como la habilidad cognitiva de
encontrar modelos ecológicos integrados a la
realidad que nos sostiene.
Por ello, de la misma manera como se han establecido
los marcos de referencia que definen:
- un valor ecológico original,
- un valor ecológico neto
- y un valor ecológico trascendental,
se pueden establecer los marcos de referencia de
interpretación mental humana y del conocimiento
directamente en relación a los modelos ecológicos
aplicables a la observación de nuestro medio natural, es
decir, el poder definir y vivir con una forma de:
- Cognición ecológica original, algo próximo al
sentido común de las tribus primitivas o el de las
civilizaciones ecológico culturales, en estas
últimas, donde seguramente se combinan o combinaron
tanto aspectos de observación instintivos y
emocionales, (evaluación original) como los otros
más culturales y conscientes.
- Cognición ecológica neta, (evaluación neta) como
una actividad mental para retornar a las formas de
pensar integrales mediante un proceso consciente.
Estas formas de referencia para la evaluación en
cooperación con los estudios de ciencias naturales,
antropológicos, biohistóricos y paleontológicos
darán como resultado modelos sistémicos para los
estudios cognitivos de referencia y de evaluación
ecológica neta.
- Cognición ecológica trascendental.
Cognición que puede acercarse e incluso definir
modelos de un posible futuro salto evolutivo de una
o varias especies en su medio natural ecológico:
Fig. Mediante la evaluación más aproximada posible
de un valor ecológico original, es posible reconstruir
un medio ecológico que se aproxime a las necesidades de
supervivencia a largo plazo del ser humano junto a otras
especies. Por otra parte, se puede suponer, reflexionar
o trascender a la posibilidad de una forma ecológica
optima para el futuro y la evolución continua de los
seres vivos.
En el anterior sentido es imposible hablar de
desarrollo de la información, para fines cognitivos, en
su condición de fenómeno natural, cuando sabemos, que
esta, como información formalizada actual, a sido
delimitada por la cultura dominante a fines
deterministas dedicados en su contribución a los
sistemas artificiales, y por ello se debe tomar en
cuenta el desarrollo alterado del conocimiento humano,
en su interacción "artificios - ser humano" y de allí
detenerse en otro aspecto del campo de estudios que
podrá tener el estudio de las alteraciones sociales en
su cognición patológica, propia de los sistemas
artificiales complejos que de un modo u otro destruyen o
aceleran la entropía del medio natural. Los tres modelos
ecológico cognitivos de normalidad expresados, así como
su forma patológica, establecen marcos de referencia en
el reencuentro del ser humano con la naturaleza.
Con el enfoque cognitivo de integración, es factible
observar, que la sociedad del riesgo, mas que una
sociedad de riesgo posterior a la sociedad industrial,
es una sociedad industrial saturada, con efectos
inmediatos y consecuencias de hecho a diario
acontecidas, una sociedad de acontecimientos negativos,
en su probable ultima etapa de crisis acumulada, donde
junto a sus etapas de saturación, surgen una serie de
puntos de ruptura. Problema muy parecido a los de la
física respecto a la resistencia de materiales. Una
crisis final, no es sino la expresión de una ruptura
definitiva, en este caso, ruptura de nuestro circuito
natural en el cual el papel de la supervivencia de la
especie humana esta en juego.
Los estudios de riesgo global, son muy importantes
para un enfoque integral de nuestra realidad, pero son,
para este estudio y en este caso elementos de la
atmósfera social, propias de un pesado sistema
artificial insostenible. Sistema a ser observado como la
realidad de un mundo infraestructural construido, junto
a su atmósfera paradigmática. Por ello, si hemos
decidido establecer un marco de referencia integral,
distinto al pragmático, este marco de referencia
integral debe ser, lo más cercano posible a lo natural,
debe saber evaluar la condición ecológica original
y las perspectivas de volver a la condición ecológica
neta más acorde con los asuntos cosmológicos de la
vida y su evolución.
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Julio Alberto Rodríguez
2007-03-08
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