Aspectos Ideológicos: El DOMINIO de la legitimidad (6)

 

- Pragmatismo del desarrollo y su interpretación.

Existe una confusión generalizada en el mundo de hoy, que hace que el término desarrollo sea considerado sinónimo de evolución.

Para aclarar las diferencias correspondientes, vamos describir estos términos desde un punto de vista biológico y de acuerdo a los procesos que este origina.

Una planta bajo la luz del sol y en condiciones de humedad favorable, desarrolla su estructura celular. Un feto en la matriz de su madre y en condiciones adecuadas multiplica y renueva su numero de células y desarrolla. La teoría de la evolución sin embargo determina que el ser humano es el producto biohistórico de las primeras células primitivas de un caldo de cultivo natural en nuestro planeta, mediante un proceso de readaptación, integración y cambios genéticos, evolucionó de lo que fue a lo que es hoy durante muchos millones de años. En este proceso evolutivo debe indicarse lo fundamental: la evolución y el proceso de evolución implican la existencia permanente de un equilibrio con muchos otros nichos ecológicos que intercalan en su variación buscando continuamente una nueva salida más "efectiva" en un desafío vital a la entropía dentro de una cosmología y un proceso de caos que es de carácter universal. (60)

El ser humano puede dar lugar a procesos de desarrollo controlado, pero desde el punto de vista del presente conjunto de ideas, donde se plantea que la existencia de la vida o de la inteligencia es una trascendencia originada en una cosmología sin limites conocidos, es imposible que de lugar a procesos de evolución controlada, ya que en nuestro caso, definimos la evolución como la adecuación creciente de la vida a las condiciones cosmológicas universales.

Esto quiere decir que todo experimento genético puede dar lugar a un desarrollo especifico, pero no a la evolución, es decir que toda especie cultural producto de cualquier manipulación no es evolución, pero tampoco es solamente desarrollo sino más bien es una regresión biológica temporal que en condiciones naturales tendría que morir o readaptarse después de mucho tiempo a las condiciones reales de la evolución de la naturaleza y la cosmología universal para poder evolucionar. (61)

Las relaciones anteriormente definidas, permiten observar otros aspectos de nuestra existencia biológica y cultural:

Formamos, Estados, ciudades y conglomerados físico energéticos de artificio (sistemas artificiales) sobre nuestro nicho natural. Todos esos conglomerados físicos son una "expresión cultural" del ser humano para organizarse en grupos o manadas. Llamamos "cultura" simplemente al hecho de manifestarnos en forma organizada, metódica, pero también repetitiva y maquinalmente en torno a esos fines básicos y normativos que se supone irán a dar identidad, seguridad y básicamente desarrollo, hechos que son explicados por el sistema social hasta entonces legitimado. Esto más que por el sentido común alcanzado por nuestra condición natural biología. Al desear vernos por encima de las otras especies, vernos mas "evolucionados", acostumbramos a mostrar los progresos de nuestra infraestructura de artificio y a explicar nuestra realidad en forma mas fragmentada; hablamos entonces de acuerdo a teorías sociológicas, psicológicas, técnicas o económicas como explicaciones de nuestro carácter racional.

Pero la vida no puede ser simplemente explicada mediante el desarrollo técnico, material o acumulativo del ser humano. El aspecto fundamental de la causa de vivir esta y debe de estar en el intento continuo por evolucionar, en la constante experiencia de entender nuevas condiciones trascendentales, en la constante consonancia o armonía con el Cosmos frente al Caos (o el de la energía frente a la entropía). (62)

 

- Hábitat, instintos, acumulación y legitimidad.

Incluso bajo las actuales definiciones sobre desarrollo, vemos, que evolucionar no es desarrollar, con frecuencia es todo lo contrario, el sentido de la evolución parece estar arraigado con aquel ser que enfrenta, lucha en circunstancias naturales, normalmente difíciles, es confrontado a medios hostiles y hace esfuerzos que se salen de la caparazón estática y protegida de cualquier estructura de desarrollo establecida, mecánica o normativa, que no tiene mucho que ver la dinámica de la vida. (63)

Se puede señalar por ello, tres principios, como referencia a un ordenamiento de relación entre el desarrollo natural y el cultural:

  • El aspecto biohistórico de los pueblos fue y es más importante que los de carácter cultural- político. (Evolución frente a simple formación cultural.)
  • Aspectos étnicos, raciales y de hábitat geográfico, han sido hasta hoy muy influyentes en la conformación de los sistemas sociales. Cada institución social dominante, en una especie de imperialismo, impone su etnocentrismo sobre el resto, en un orden jerárquico peor que el animal: El ciudadano romano se consideraba el único descendiente civilizado, "con méritos divinos". La religión judía consideraba y considera los judíos como los únicos herederos del planeta. El anglosajón, durante su asentamiento sobre América y hoy también un conglomerado económico de carácter etnocéntrico dirigido por USA, legitima su derecho a juzgar y castigar, como cabeza hegemónica del sistema occidental, al resto del mundo. (64)
  • Toda nuestra acción y reacción en el medio en el que vivimos y desarrollamos nuestra diaria existencia esta motivada por la estrategia natural o cultural por sobrevivir y después no mucho más. Pero al mismo tiempo existe una potencial posibilidad de evolucionar, proceso más complejo, más consciente que normalmente tiene otros parámetros muy diferentes al fenómeno de acumular materialmente.

Todas las estructuras sociales de hoy, cuando hablamos del denominado "homo sapiens" son estructuras de enorme peso físico, bajo el sentido de continua acumulación material e instrumentada al crecimiento extensivo de lo material.

Las estructuras sociales que más acumulan, polarizando y desequilibrando todo nicho natural, en su gigantismo se ven así mismas y normalmente como sistemas avanzados o desarrollados. Allí se acostumbra definir los parámetros normativos para el resto de otras estructuras menos "desarrolladas". Términos como industrialización, democracia, libertad, Gobierno, Estado, trabajo, orden, propiedad y progreso son utilizados, al margen de sus contenidos esenciales, como el núcleo de la justificación de esas estructuras que en realidad son compulsivas, jerárquicas y finalmente se hacen de carácter hegemónico. (65)

El proceso de conformación jerárquica, de todas las estructuras sociales que hasta hoy han conformado la historia de la humanidad en sus expresiones de civilización, demuestra una similitud fundamental, cada cual ha tenido su nacimiento, auge, decadencia y caída en busca del mismo objetivo: la acumulación material. Un proceso que no parece haber despertado la suficiente curiosidad por saber a que se deben esos "repetido fracasos históricos" de sostenibilidad y de carácter psicológico social.

La respuesta más probable esta, en que todo sistema tiende a ahogarse en su propia e innecesaria acumulación. Las especies vivas más vitales y resistentes son las que han sabido acrecentar sus vivencias en medios cada vez más difíciles y no lo contrario. Esto podría dar una explicación más clara al teorema doctrinario de Cristo:

"Será más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que el rico llegue al reino de los cielos". (66)

Es decir aquel que acumula, acumula cosas muertas, no vivencias, ni virtudes, ese individuo se carga de muerte y no de vida, ya que la tendencia pura de la vida y la evolución es un constante desafío a las fuerzas de la entropía.

La cosmología de lo conseguido dentro de lo que llamamos vida, puede ser observada como un proceso de evolución mediante el esfuerzo continuo, ya que, es más fácil dejarse llevar por la inercia, decaer y corromperse acumulando peso muerto, (Proceso de entropía) que enfrentar el continuo desafío de elevar la vivencia continua, "como una luz": esa que implica una dinámica constante de esfuerzo voluntario y consciente, nacido como fuente original del individuo pensante en busca de algo más, no expresado en moneda, ni bienes materiales.

Tampoco podrá existir contradicción, si decimos que las enormes placentas artificiales de concreto armado, hierro, cemento, asfalto, petróleo, gases, electricidad y energía atómica, funcionando bajo normas, leyes y reglamentación, en sus condiciones de protección artificial del sistema social moderno, devuelven al humano a su estado fetal: Encerrado en su placenta artificial el " humano" se somete a un lento pero definitivo retroceso, es una cosa viva encerrada en sus mecanismos. Allí ese ser humano es esclavo de un aparato más efectivo que el de la esclavitud abierta y declarada en los tiempos de Roma o antes. (67)

Pero, es sobre todo la especulación en torno a los recursos junto el uso de la violencia directa, indirecta, estructural y organizada, convertida en estado normal de acción, el que degrada al ser humano que encerrado en los diferentes habitáculos de su sistema cerrado, pasa a ser algo parecido al animal de un zoológico, o el ente domestico de una granja automatizada. Un ser domesticado y alimentado en un completo mundo artificio.

El ente de las metrópolis de cualquier país se aliena a su mundo determinista, mecánico, normativo, reducido, utilitario, y bajo el sistema económico y a sus mecanismos alienantes, limita su mundo mental al dedicarse a su vida de artificios.

Se ha observado anteriormente que toda sociedad gobernada por alguien, justifica y legitima su existencia mediante la necesidad de cautelar los derechos y las obligaciones de sus miembros. Esto significa que sus miembros necesitan de un poder, externo compulsivo y ajeno a la decisión individual y de libre albedrío para el cual somos educados.

Pero esta justificación de legitimidad no seria aceptada ni en una manada de monos, sin embargo, es así como las llamadas civilizaciones humanas han conformado hasta hoy diferentes estructuras sociales gobernadas y dirigidas a explotar los recursos naturales, que en su conversión a materiales inertes o de conserva, son evaluados por encima de las existencias individuales (como facultad de consciencia, vida, y de dar vida) y por encima de la condición biológica en su constante necesidad de evolución.

La contradicción fundamental en una sociedad instituida, es que alguien se define así mismo o es "elegido" para actuar a nombre del resto. Este proceso podría naturalmente aceptarse dentro de la conformación del núcleo familiar, cada cual asume una responsabilidad y los que nacen, se desarrollan y están en la constante interacción necesaria hasta adquirir el albedrío, adquieren la habilidad necesaria para después actuar con el resto de los núcleos social/familiares dentro de un grado de armonía e igualdad suficientemente vital. (68)


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