El potencial de la vida y su evolución
esta y ha estado presente en este entorno vital y generoso llamado
biosfera; este entorno de existencia fue
capaz de dar lugar a todos los intentos exitosos de vidas
específicas en
evolución; generacional y biodiversa, camino al desarrollo de lo
que denominamos como conocimiento e inteligencia.
Esta última alternativa y capacidad vital es una parte del complejo
sistema de la creatividad natural para, en su su continua acción de evolucionar
la vida, poder neutralizar la entropía.
En ese su desarrollo evolutivo, el ser
humano es dotado de una excelente herramienta para sus estrategias de
supervivencia: la capacidad del conocimiento y sus grados de
conciencia sobre el entorno vivo. Esta capacidad de raciocinio,
creatividad y trascendencia, nos dota del medio con el cual podemos
alcanzar a ser libres individualmente y al mismo tiempo adquirir una armonía social
evolutiva consecuente. Esta posible dinámica dual de libertad y armonía
social esta conformada por tres niveles de comprensión y
consciencia humana en lo:
La condición mental y
cognitiva definirá el cómo actuamos y el que hacer frente a lo que hemos
definido como recurso.
El recurso en su sentido natural, no es un
objeto que se compra o se vende, no tiene un valor real de intercambio
material y plusvalía. Si este denominado recurso se ha convertido en
materia de evaluación, acumulación y especulación es debido a una interpretación
errónea, reductora y controladora respecto a nuestro entorno natural: La
economía.
La economía como institución legitimada,
nos entrena y nos obliga a competir por los asuntos materiales y vivir en esa competencia por el
saqueo de lo material, natural o instrumentalizado, durante toda la
existencia de cada ser humano.
Se ha explicado que al menos existen las
siguientes formas de actuar dentro de una sociedad conformada para
ciertos fines bajo la:
- Motivación y acción competitiva.
- Motivación y acción cooperativa.
- Motivación y acción trascendental.
En una sociedad jerárquica y de
explotación humana, nos entrenan y nos someten bajo las reglas de la
primera motivación, nos entrenan diariamente a la conducta rapaz o de voracidad animal
para ser premiados o castigados por los bienes o la miseria.
La motivación competitiva, aun a nivel intelectual arrastra siempre
a la confrontación de poder y al uso creciente de sus medios para
asegura un nivel de jerarquía establecido por el aparato de competencia,
sea este legitimado o no.
- Conocimiento y
desarrollo.
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La existencia de la
biosfera y sus relaciones de mutualidad con el entorno físico existen
"por si" no las hizo el ser humano, ni los animales. Sus funciones sistémicas podrán ser alteradas, tomando en cuenta la biohistoria, la
evolución de las especies y la aparición de una especie capaz de
manipular los fenómenos físicos y biológicos sobre ella hasta
lograr su depauperación, esto, debido a su interpretación
reducida o egoísta sobre este entorno. En este caso,
la intervención humana en función de esas interpretaciones y sus
aplicaciones reducidas
logradas, dará lugar a una condición diferente,
traumática, enferma y conformada por sistemas de artificios con
una especulación que les da mayor valor que la vida. Y debido a
esto, se viven las consecuencias
que de ello surjan en la demarcación especifica de
territorialidad o espacio degradado o depauperado. El
desarrollo del entorno artificial motivado por la especulación
económica es un fenómeno enfermizo y destructivo sobre el
desarrollo biohistórico a largo plazo.
A lo largo de la
evolución, los seres humanos primitivos habían desarrollado una curiosidad cada vez más
consciente sobre todo lo que significaba su entorno más
inmediato, esta acción surgió probablemente en relación directa
con un desarrollo cerebral más avanzado que el del resto de los
animales mamíferos. Cerebro que además creció muy aceleradamente
dentro de un corto periodo biohistórico de tiempo.
Dentro de la forma básica de interpretar todas las formas de
aplicación humana, se puede deducir que todo proceso de
desarrollo interpretativo del ser humano, tiene como punto de
referencia las ideas y la construcción de los objetos, como
herramientas o símbolos y todas las relaciones humanas
establecidas en torno a ellas. Relaciones humanas, que debido
al elemento alterador de la creatividad técnica; la economía,
se hacen cada vez más
dependientes de los sistemas de carácter especializado y
cerrado, conforman fines instrumentales específicos por sector y
por especialidad para efectivizar ganancias. Estas formas de interpretación, convierten los
recursos naturales en recursos "no terminados" en tanto que los
procesos subsiguientes de producción artificial son
caracterizados, como diferentes niveles de "refinamiento" y/o de
alto nivel científico técnico. De allí, que la interpretación de
lo que es trabajo o lo que es economía, se convierte en una
definición de sepulcros blancos, no cognitiva, no humana, pero
si instrumentista: se da
cierto valor a la producción humana, pero no a la producción de
la biosfera o de la naturaleza en su condición de dar vida.
Es a partir del contraste en evaluar lo producido
artificialmente, muy por encima de lo producido por la
naturaleza en sus condiciones, biológicas y geológicas, que la
interpretación del desarrollo humano, necesita ser legitimada.
- Se legitima los objetivos conseguidos desde el objeto en
su calidad de potencial alimento, utilidad y medio de
relación social, dando lugar a la intensión humana de
acumular y regular.
- Se legitima el proceso continuo que permite hacer mas
avanzadas herramientas,
instrumentos, trabajo, organización y jerarquía en sistemas cada
vez más complejos de carácter determinista:
- Pero fundamentalmente se legitima la economía y todos
sus mecanismos para efectivizar el egoísmo, la rapacidad y
el saqueo de lo natural.
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Formamos, Estados, ciudades y
conglomerados físico energéticos de artificio (sistemas
artificiales) sobre nuestro nicho natural. Todos esos
conglomerados físicos son una "expresión cultural" del ser
humano para organizarse en grupos o manadas. Llamamos "cultura"
por el simple hecho de manifestarnos en forma organizada,
metódica, pero también repetitiva y maquinalmente en torno a
esos fines básicos y normativos. Se supone que esos mecanismos
muertos, irán a dar identidad, seguridad y básicamente
desarrollo, hechos que son explicados por el sistema social
hasta entonces legitimado.
Olvidado esta, desde luego el sentido común alcanzado por nuestra condición
natural biología.
Al desear vernos por encima de las otras
especies, vernos mas "evolucionados", acostumbramos a mostrar
los progresos de nuestra infraestructura de artificios y a
explicar nuestra realidad en forma mas fragmentada; hablamos
entonces de acuerdo a teorías sociológicas, psicológicas,
técnicas o económicas como explicaciones de nuestro carácter
racional y civilizado.
Pero la vida no puede ser simplemente explicada mediante el
desarrollo técnico, material o acumulativo del ser humano. El
aspecto fundamental de la causa de vivir esta y debe de estar en
el intento continuo por evolucionar, en la constante experiencia
de entender nuevas condiciones trascendentales, en la constante
consonancia o armonía con el Cosmos frente al Caos (o el de la
energía de la vida frente a la entropía).
Incluso bajo las actuales definiciones sobre desarrollo,
vemos, que evolucionar no es desarrollar, con frecuencia es todo
lo contrario; significa depauperar.
- Conocimiento y ecología
El sentido de la evolución esta en realidad arraigado
con aquel ser que enfrenta, lucha en circunstancias naturales,
solidarias,
normalmente difíciles, es confrontado a medios hostiles y hace
esfuerzos que se salen de la caparazón estática, egoísta y
protegida de cualquier estructura de desarrollo establecida,
mecánica o normativa, que no tiene mucho que ver la dinámica de
la vida.
Por lo anterior se puede señalar tres principios, como referencia a
un ordenamiento de relación entre el desarrollo natural y el
cultural:
- El aspecto biohistórico de los pueblos fue y es más
importante que los de carácter cultural- político.
(Evolución frente a simple formación cultural.)
- Aspectos étnicos, raciales y de hábitat geográfico, han
sido hasta hoy muy influyentes en la conformación de los
sistemas sociales. Cada institución social dominante, en una
especie de imperialismo, impone su etnocentrismo sobre el
resto, en un orden jerárquico peor que el animal: El
ciudadano romano se consideraba el único descendiente
civilizado, "con méritos divinos". La religión judía
consideraba y considera los judíos como los únicos herederos
del planeta. El anglosajón, durante su asentamiento sobre
América y hoy también un conglomerado económico de carácter
etnocéntrico dirigido por USA, legitima su derecho a juzgar
y castigar, como cabeza hegemónica del sistema occidental,
al resto del mundo. (64)
- Toda nuestra acción y reacción en el medio en el que
vivimos y desarrollamos nuestra diaria existencia esta
motivada por la estrategia natural o cultural por sobrevivir
y después no mucho más. Pero al mismo tiempo existe una
potencial posibilidad de evolucionar, proceso más complejo,
más consciente que normalmente tiene otros parámetros muy
diferentes al fenómeno de acumular materialmente.
Todas las estructuras sociales de hoy, cuando hablamos del
denominado "homo sapiens" son estructuras de enorme peso físico,
bajo el sentido de continua acumulación material e instrumentada
al crecimiento extensivo de lo material.
Las estructuras sociales que más acumulan, polarizando y
desequilibrando todo nicho natural, en su gigantismo se ven así
mismas y normalmente como sistemas avanzados o desarrollados.
Allí se acostumbra definir los parámetros normativos para el
resto de otras estructuras menos "desarrolladas". Términos como
industrialización, democracia, libertad, Gobierno, Estado,
trabajo, orden, propiedad y progreso son utilizados, al margen
de sus contenidos esenciales, como el núcleo de la justificación
de esas estructuras que en realidad son compulsivas y finalmente
se hacen de carácter hegemónico.
El proceso de conformación jerárquica, de todas las
estructuras sociales que hasta hoy han conformado la historia de
la humanidad en sus expresiones de civilización, demuestra una
similitud fundamental, cada cual ha tenido su nacimiento, auge,
decadencia y caída en busca del mismo objetivo: la acumulación
material. Un proceso que no parece haber despertado la
suficiente curiosidad por saber a que se deben esos "repetido
fracasos históricos" de sostenibilidad y de carácter psicológico
social.
La respuesta más probable está, en que todo sistema tiende a
ahogarse en su propia e innecesaria acumulación. Las especies
vivas más vitales y resistentes son las que han sabido
acrecentar sus vivencias en medios difíciles pero solidarios y no
lo contrario. Esto podría dar una explicación más clara al
teorema doctrinario de Cristo:
"Será más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja
que el rico llegue al reino de los cielos".
Es decir aquel que acumula, acumula cosas muertas, no
vivencias, ni virtudes, ese individuo se carga de muerte y no de
vida, ya que la tendencia pura de la vida y la evolución es un
constante desafío a las fuerzas de la entropía.
La cosmología de lo conseguido dentro de lo que llamamos
vida, puede ser observada como un proceso de evolución mediante
el esfuerzo continuo, ya que, es más fácil dejarse llevar por la
inercia, decaer y corromperse acumulando peso muerto, (Proceso
de entropía) que enfrentar el continuo desafío de elevar la
vivencia continua, "como una luz": esa que implica una dinámica
constante de esfuerzo voluntario y consciente, nacido como
fuente original del individuo pensante en busca de algo más, no
expresado en moneda, ni bienes materiales.
Tampoco podrá existir contradicción, si decimos que las
enormes placentas artificiales de concreto armado, hierro,
cemento, asfalto, petróleo, gases, electricidad y energía
atómica, funcionando bajo normas, leyes y reglamentación, en sus
condiciones de protección artificial del sistema social moderno,
devuelven al humano a su estado fetal: Encerrado en su placenta
artificial el " humano" se somete a un lento pero definitivo
retroceso, es una cosa viva encerrada en sus mecanismos. Allí
ese ser humano es esclavo de un aparato más efectivo que el de
la esclavitud abierta y declarada en los tiempos de Roma o
antes.
Pero, es sobre todo la especulación en torno a los recursos
junto el uso de la violencia directa, indirecta, estructural y
organizada, convertida en estado normal de acción, el que
degrada al ser humano que encerrado en los diferentes
habitáculos de su sistema cerrado, pasa a ser algo parecido al
animal de un zoológico, o el ente domestico de una granja
automatizada. Un ser domesticado y alimentado en un completo
mundo artificio.
El ente de las metrópolis de cualquier país se aliena a su
mundo determinista, mecánico, normativo, reducido, utilitario, y
bajo el sistema económico y a sus mecanismos alienantes, limita
su mundo mental al dedicarse a su vida de artificios.
Se ha observado anteriormente que toda sociedad gobernada por
alguien, justifica y legitima su existencia mediante la
necesidad de cautelar los derechos y las obligaciones de sus
miembros. Esto significa que sus miembros, no están maduros o no
tienen aun desarrollado su sentido común y por ello necesitan de un poder,
externo compulsivo y ajeno a la decisión individual y de libre
albedrío para el cual somos educados.
Pero esta justificación de legitimidad no seria aceptada ni
en una manada de monos, sin embargo, es así como las llamadas
civilizaciones humanas han conformado hasta hoy diferentes
estructuras sociales gobernadas y dirigidas a explotar los
recursos naturales, que, para peor, en su conversión a materiales inertes o
de conserva, son evaluados por encima de las existencias
individuales (como facultad de consciencia, vida, y de dar vida)
y por encima de la condición biológica en su constante necesidad
de evolución.
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